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Savasana con las pantorrillas en el asiento de la silla

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Savasana

En Light on Pranayama B.K.S. Iyengar escribe: "Sava en sánscrito significa un cadáver y asana una postura... Significa relajación y, por tanto, recuperación. No se trata simplemente de estar tumbado de espaldas con la mente vacía y mirando, ni de acabar roncando. Es la más difícil de las asanas yóguicas para perfeccionar, pero también es la más refrescante y gratificante". 


Savasana es el arte de no hacer, no actuar, simplemente estar en el momento presente. En nuestro (a menudo) ajetreado ritmo de vida es muy importante aprender a hacer una pausa y relajarse. Por ello, te recomendamos que nunca dejes de hacer Savasana. Incluso si tienes mucha prisa para ir a tus asuntos cotidianos, dedica al menos cinco minutos a esta importante postura. Estos minutos son muy valiosos, estás totalmente desvinculado de tus actividades cotidianas, preocupaciones y obligaciones; tu modalidad mental cambia y como que flotas en un reino diferente, abrazado por la Madre Tierra y la Naturaleza, disfrutando de la gracia de la tranquilidad. Aquí es donde cosechas las semillas que siembras en tu práctica: ¡tómate el tiempo para saborearlas! Es importante reconocer y alimentar estos estados de tranquilidad, sublimidad, estabilidad mental y claridad.


Instrucciones generales para Savasana

- Túmbate sobre la espalda. Empieza con las rodillas dobladas y los pies en el suelo. Extienda los glúteos hacia los talones y sepárelos de adentro hacia afuera.

- Gire los hombros, uno a uno, alejándolos del cuello y hacia el suelo.

- Mantenga la cabeza y extienda suavemente la parte posterior de la misma alejándola del pecho. Utilice una manta doblada para sujetar la parte posterior de la cabeza y el cuello, según sea necesario, para mayor comodidad.

- A continuación, extienda la parte posterior de las piernas y aleje los talones. Relaje las piernas, deje que se extiendan y que los pies se desplacen de forma natural.

- Alargue y ensanche la espalda. Relaje todos los músculos del cuerpo.

- Observe su respiración y utilice sus exhalaciones para relajar su cuerpo.

- Mientras estés en la postura, mantén tu mente en contacto con tu cuerpo interior; sigue escaneando nuestro cuerpo, identificando y liberando cualquier tensión.


Pantorrillas sobre el asiento de la silla


Elementos de apoyo:  

Manta; Opcional: pesas


Instrucciones:

1. Coloque la silla en un extremo de la esterilla. Túmbese en savasana con la parte inferior de las piernas apoyada en el asiento y la cabeza sobre una manta doblada.

2. Coloque un cojín sobre las espinillas y relájese.

3. Un ayudante puede colocar unas pesas sobre el cojín; esto relaja aún más las piernas.

4. Para salir de la postura, coja el cojín y colóquelo entre los muslos.

5. Ruede hacia la derecha y apoye la cabeza con la mano derecha.

6. Respira un poco, abre los ojos y siéntate.


Beneficios: 

- La elongación de las piernas alarga y ensancha la zona lumbar, que se vuelve plana y relajada. Esto alivia los dolores lumbares. 

- También suaviza y relaja los órganos abdominales.

- Colocar el peso en las espinillas ayuda a relajar las piernas y las ingles.

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