Q. Sr. Iyengar, ahora entiendo que desarrollando un cuerpo sano se construye una mente sutil y sana. Puedo ver perfectamente su punto de vista de que la mente y el alma se reflejarán a través del cuerpo de uno y naturalmente esa es su personalidad, pero ahora me gustaría saber cuánto tiempo necesita un hombre para practicar estos ejercicios yóguicos para desarrollar tal personalidad.
Esta duda es tan antigua como la civilización misma. Al darse cuenta de que esta misma duda se repetiría en todos y cada uno, el Sabio Patanjali explica, sa tu dirghakala nairantarya satkāra asevitah didhabhūmih (Y.S, I.14) si se realiza una larga práctica sin interrupción, sin ninguna perturbación, con un único esfuerzo mental y determinación, entonces eres el maestro de ti mismo.
En realidad, el progreso depende de la capacidad individual, la práctica y la perseverancia. Algunos pueden desarrollarse muy rápidamente. Luego está la otra clase de personas cuyo progreso es lento, porque no han madurado mentalmente lo suficiente. Pero cuando se cultivan las actitudes mentales y la práctica es intensa, el progreso es forzosamente más rápido. Una cosa es cierta, Sr. Pocha, ningún trabajo se pierde, pues lo que se gana es una ganancia permanente.
1.14 sa tu dīrghakāla nairantarya satkāra āsevitaḥ dṛdhabhūmiḥ
sa - este
tu - y
dīrghakāla - durante largo tiempo
nairantarya - sin interrupción, continuo
satkāra - dedicación, devoción
āsevitaḥ - celosamente practicado, ejecutado de manera asidua
dṛdhabhūmiḥ - sobre terreno firme, firmemente asentado, bien sujeto.
Una práctica prolongada, ininterrumpida y atenta es la base sólida para restringir las fluctuaciones.
Cuando el esfuerzo es continuo siguiendo los principios yóguicos de manera consistente y durante mucho tiempo, con intensidad, atención, aplicación y devoción, se establece firmemente la base yóguica.
La sabiduría profunda se alcanza mediante una práctica continuada, dedicada y atenta, y mediante el no apego obtenido aplicando la restricción. No obstante, el éxito puede inflar el ego del sādhaka, y por ello deberá ser cuidadoso y no caer preso del orgullo intelectual, quen pudiera alejarle de la iluminación. Si eso sucediera, debería reestablecer su práctica aceptando la guía de un maestro competente, o a través de su propia discriminación, de manera que la humildad sustituya al orgullo y pueda asomar la sabiduría espiritual. Ésa es una práctica correcta.
Q. ¿Qué tiempo es necesario dedicar a estos ejercicios cada día o cada semana para adquirir este conocimiento? Una vez que uno se perfecciona, ¿es necesario continuar con estas prácticas?
Si se practica de forma casual, los efectos también serán casuales. Si practicas con regularidad, los efectos serán cada vez más sutiles, por lo tanto, la práctica regular aumenta la calidad de la presentación y los efectos también serán más finos. Así que hay que practicar todos los días con regularidad. Se puede practicar según la disponibilidad de tiempo, ya sea por la mañana o por la noche, pero para dividir las secuencias, se pueden hacer Asanas complicadas por la mañana, mientras que las Asanas calmantes se pueden hacer por la noche.
Patanjali dice, yogängänusthänät aśuddhikaye janadiptih avivekakhyateh (YS, II.28) Mediante la práctica del yoga se destruyen las impurezas del cuerpo y la mente y amanece la luz del conocimiento y la sabiduría. ¿Hay un fin para el conocimiento y la comprensión? Como no es posible delimitar el fin en el conocimiento, la práctica continuada debe proseguir.
¿Se rinde un músico que se proyecta en el arte de la música? ¿Cómo se puede decidir qué es la perfección? La continuidad en la práctica refina la sadhana. Entonces, ¿cómo se puede parar? En el momento en que uno se detiene va a haber una caída de la perfección. Y de nuevo, la perfección no se puede medir hasta que se experimenta la perfección. La perfección en Asana es cuando la conciencia envuelve todo el cuerpo sin mancha.
II.28 yogāngānuşthānāt aśuddhikşaye jñānadīptih avivekakhyāteḥ
yoga - uncir, conectar, asociar, unir
anga - compenentes, accesorios, aspectos
anusthānāt - mediante práctica devota
asuddhih - impurezas
kşaye - disminuir, destruir
jñāna - conocimiento, sabiduría
diptio - brilla, irradia
ävivekakhyāteh - la esencia del conocimiento, la gloria del co- nocimiento
Mediante una práctica devota de los diversos aspectos del yoga se destruyen las impurezas: la corona de sabiduría refulge gloriosa.
En este sürra, Patañjali resume los efectos del yoga. Dice que mediante una práctica regular y devota, se consumen las impurezas del cuerpo y mente del sädhaka, desaparecen las cau- sas de aflicción y se adquiere la corona de la sabiduría. Esta sa- biduría y éxito mantienen al sādhaka inocente y libre de todo orgullo.
Aquí, en lugar de abhyāsa (práctica repetida) -la palabra usual-, se utiliza anusthāna. Es una palabra digna y noble, con un significado espiritual, que implica práctica con dedicación o fervor religioso. La primera acarrea estabilidad; la segunda desarrolla madurez de inteligencia.
El yoga puede curar o aliviar nuestros sufrimientos físicos, mentales, morales y espirituales. Se alcanzan la perfección y el éxito sólo si se practica con amor y dedicación incondicional.
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